Giap/Spanish - Un llamamiento + Novedades + Copyleft - Julio 2005

0. Llamamiento a traductores voluntarios
1. Traducion de 54 revisada - Septembre 2005!
2. Pequeño problema en Argentina
3. Entrevista sobre el copyleft en la revista "Blow Up"


0. Es muy dificil encontrar el tiempo para traducir nuestros textos en castellano: el bienio 2004-2005 ha sido un periodo estratégico y muy intenso para nosotros, en el que hemos desarrollado muchos proyectos: en Italia hemos publicado dos novelas "solistas" (Guerra agli Umani de WM2 y New Thing de WM1) y una nueva edicion actualizada de Asce di guerra; La banda folk-rock Yo Yo Mundi grabó un album basado en nuestra novela 54 (que en el mismo tiempo ha sido publicada en inglés); También hemos escrito el guión de una pelicula de Guido Chiesa (Lavorare con lentezza, que ganó premios en varios festivales incluso el de Venecia), y muchos artículos y ensayos.
Sin embargo, los lectores que sólo hablan castellano aprenderon solamente una pequeña parte de todo lo que realizamos. En el periodo 2000-2004 muchas personas pasaron tiempo traducendo un montón de nuestros textos, en situaciones de verdadera auto-explotación, un trabajo que podíamos pagar con un "muchas gracias" y nada más. La antologia Esta revolución no tiene rostro (Acuarela Libros, Madrid 2001) fue la cumbre de ese proceso. En 2004 y 2005 hubo menos tiempo, faltaron energías, la traducción de 54 tenía errores y tuvimos que bloquear la edición de bolsillo (quitando el archivo desde el sitio). Por eso, nuestra relación con el mundo ispanófono ha sido menos fuerte.
Quisieramos recuperar esta relación. Nos harian falta personas que conocen el italiano, despuestas a traducir algun texto de vez en cuando. Si hay voluntarios, por favor, se pongan en contacto con nosotros. Muchísimas gracias.

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1. En septiembre 2005, en el estado español, finalmente sale la edicion DeBols!llo de 54, con una traducción revisada y actualizada por Juan Manuel Salmerón.

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2. Hace un mes hemos aprendido que la edición argentina de Q - edición que nunca vimos - no tiene la etiqueta copyleft. Si hay otras ediciones en castellano que tienen el mismo problema, por favor enviadnos la noticia, para que en futuro no se repitan casos similares. Hay mucho bajo nuestro control pero es imposible controlar todo, y la cualidad del trabajo de un escritor(a)/cantahistorias depende de la relación que tiene con sus lectores/escuchadores. Estad siempre alerta!

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3. Entrevista colectiva sobre el copyleft en Blow Up. Revista de rock e altre contaminazioni, Julio-Agosto 2005
por Michele Coralli, traducida por Ana Méndez de Andés

MC. En nuestras precedentes entrevistas sobre el derecho de autor en los tiempos del "copia y pega" han surgido muchísimos elementos interesantes de los que podemos partir en esta conversación nuestra. La sensación más inmediata es que en muchos ambientes, cuando se habla de Internet y las nuevas tecnologías digitales, predomina todavía un cierto nerviosismo. Es un poco como si, frente un cambio que tiene el peso de una revolución global, los temores de perder una posición más o menos dominante fueran los únicos que determinaran la actitud de cualquier política editorial. ¿Qué es lo que asusta todavía?

WM. Si hablamos de la industria del entretenimiento, asusta la conciencia de haber perdido la ocasión, de llegar tarde a la función, haber sufrido la innovación en vez de anticiparla, y todo esto después de décadas de retórica y propaganda sobre lo "new", la "next big thing", el "cutting edge", el "state-of-the-art". Los propietarios del vapor de la industria cultural temen lo nuevo, lo temen visceralmente, pero no lo pueden admitir, se avergüenzan: temer lo nuevo es ... ¡anticapitalista y poco liberal! La cultura en la que se han educado no contempla ni siquiera la idea del segundo puesto, imagínate la de llegar el último, con la malla negra (como aquel ciclista de los años ochenta, Gambirasio, dignísimo). Asusta y angustia descubrirse en posición de retaguardia, "conservadores", obsoletos frente a un cambio cognitivo de los que hacen época, uno de los procesos de difusión y socialización del saber más importantes desde el neolítico hasta nuestros días. ¿Qué hacer, por lo tanto? Rebajar lo nuevo, para después criminalizarlo: "¿Pero qué cambio cognitivo?¿Qué copyleft?¿Qué peer-to-peer? ¡Se llama robo, se llama fraude, se llama pasarse de listos! ¿Que hay de nuevo en el robo?¿Qué hay de hacer época en cometer delitos?"
Estos señores se habían acostumbrado a beneficios *desmesurados* en condiciones de primacía de los soportes (cd/dvd) y de propiedad exclusiva de los medios de producción (salas de grabación, estudios, masterizadores, etc.) La parcial "desmaterialización" (el flujo de datos cuenta más que los soportes) y la democratización de la computación (banda ancha y masterizadores hay ahora en todas las casas) les ha golpeado en las carteras. Deberán acostumbrarse a beneficios *normales*, y a producir y vender entretenimiento de otro modo. Podían haberse movido antes, cabalgar el tigre desde el principio, pero no tenían la mentalidad justa, no tenían las informaciones justas. La web existe y crece desde hace diez años, la red desde mucho antes, la velocidad de las conexiones está aumentando cada vez más (del módem a pedales al isdn al adsl a la fibra óptica), estos pagan un montón de encuestadores y gabinetes de estudios para sondear el mercado y el imaginario, y sin embargo no han sabido leer la tendencia.
Por lo demás, los medios tradicionales no han ayudado demasiado: cada día el sensacionalismo periodístico pinta un guernica de pedófilos, piratas, esnifadores de passwords, clonadores de tarjetas de crédito, y muy de vez en cuando se describen los cambios reales mientras están sucediendo. Generalmente, los media llegan a hechos consumados y describen la situación del año anterior. Hay mucha ignorancia y torpeza también en la prensa especializada, "del sector": hace algunos meses, en una revista musical italiana, un estupidillo definía el copyleft "libertad de robar".

MC. Para vosotros, ¿cómo es que cuesta aceptar la idea de que la descarga gratuita tiene realmente la capacidad de favorecer la venta de un producto editorial, sea libro o disco?

WM. Has hecho bien en escribir "capacidad", en expresar una potencialidad. La cosa no es en absoluto automática. Es preciso trabajárselo, ofrecer un producto de calidad, demostrar que se cree en él, seguir la circulación del producto y los efectos que produce, la devolución de imagen, las ganas de conocer otras obra del autor, etc. Si la cultura circula, produce círculos virtuosos. En el caso del libro, la cosa funciona muy bien, ahora está demostrado con las cifras en la mano, toca a otros tratar de desmentirlo. Nuestro libros continúan vendiéndose porque hay un boca a boca sin tregua, alimentado por las descargas.
En el caso de la música, se necesita un cambio de mentalidad: el eje ya no es el soporte, el grueso del beneficio vendrá cada vez menos de la venta de cds. No estamos hablando de estuches, cajas multi-cd con material gráfico muy cuidado y copiosos folletos: esos son objetos que vale siempre la pena comprar, tocar, acariciar. Hablamos del álbum-recién-salido normal. El soporte es hoy un accesorio, aunque importante, de todas maneras un accesorio. Es *uno* de los modos de hacer circular la música y el nombre del que la ha compuesto; es uno de los modos de entregar al oleaje mensajes metidos en una botella; uno de los modos de "fijar" la música, guardarla en la memoria, transmitirla (aunque el cd es un soporte fácilmente deteriorable, al contrario de lo que se publicitaba cuando fue introducido en el mercado) Pero el verdadero momento de verificación y de beneficio será cada vez más la exhibición en vivo, además de los varios usos comerciales (inclusión en bandas sonoras, anuncios televisivos, jingles radiofónicos). Se entiende que esto vale también para la música orientada al portátil: uno quizás vende pocas copias de un cd, pero después los locales te llaman para hacer "sonorizaciones", construir ambientes sonoros, etc.

MC. Trabajo cooperativo como propulsor de desarrollo e innovación. Éste es el desafío de iniciativas nacidas a la sombra de la idea del Open Source, como la enciclopedia on-line Wikipedia, o de la Creative Commons, la licencia gratuita creada en nombre del intercambio entre autores. Entre estos impulsos y aquellos que operan en el sentido de una restricción cada vez más estrecha del copyright, como la "ley del Ratón Mickey" escrita ad hoc por la Disney para el Congreso americano, ¿se produce un enfrentamiento real y verdadero, o bien son tendencias que al final conseguirán convivir pacíficamente?

WM. Un aforisma de Woody Allen dice: "El león y el cordero dormirán juntos, pero el cordero dormirá bien poco". La convivencia pacífica es imposible, si acaso podemos hablar de co-presencia conflictual. Son dos caballos que tiran en direcciones opuestas. Tesis y antítesis producirán una larga serie de síntesis precarias, hasta un resultado más estable, que esperamos que sea una reforma radical de la legislación sobre el copyright. Pero harán falta años y años.

MC. En la música, así como en la literatura, parece que una reacción a ciertas actitudes proteccionistas sea la de crear una real y verdadera erupción de nuevos materiales. Aparte naturalmente de la mencionada facilidad de las nuevas tecnologías, se tiene la impresión de que como reacción a la desenvoltura con la que se lanzan los abogados a proteger las obras bajo tutela, haya mucha productividad a menudo desvinculada de comprobaciones autocensoras. En otras palabras ¿no creéis que un proteccionismo exasperado produce resultados opuestos, casi de exceso de espontaneidad artística?

WM. Sin duda. Siempre ha sido así. Pon una valla y darás a alguno la idea de saltarla. El acto de saltarla produce una nueva percepción del espacio: antes había sólo uno, ahora hay dos: uno "en esta parte" y otro "en aquella parte". Pura dialéctica, lo uno que se convierte en dos. De lo único desciende lo múltiple. El control produce líneas de fuga.

MC. El copyleft está basado en primera instancia en una honestidad intelectual que debería responsabilizar a quien reutiliza los materiales de modo que éstos no sean explotados con fines lucrativos. ¿No es ingenuo pensar que yo puedo copiar todo, simplemente prometiendo que no ganaré dinero con ello?

WM. El copyleft tiene como fundamento el copyright. Una etiqueta copyleft no es más que una etiqueta copyright dotada de una lista de excepciones a la prohibición. El texto es mío porque soy el autor, me toca a mí decidir, y decido que se va a poder reproducir y utilizar así y así ... pero no "asá". Si se utiliza asá, se viola el copyleft. Sin copyright no habría copyleft, habría dominio público de una obra, cualquiera podría cogerla y utilizarla, incluso con ánimo de lucro. Sucede con las grandes novelas del s.XIX, ahora libres de derechos. Cualquiera puede reimprimirlas, incluso con traducciones apresuradas y mediocres. Con el copyleft no puede suceder, porque las condiciones de utilización son muy claras. La confianza es una cosa preciosa, la honestidad intelectual es de esperar que haya siempre, pero si resulta que desaparece, existen los tribunales. Si durante una voltereta te caes del trapecio, no está mal saber que debajo hay una red.

MC. Una actitud "electrónica" o "digital" es sin duda más visible en un músico, antes que en un escritor. ¿Cómo pensáis que esta tecnología, que ha determinado una profunda transformación de las relaciones entre artífice y manufactura, ha sido capaz de actuar sobre el pensamiento creativo humano? En otra palabras, ¿estamos simplemente en una fase que parte de algo que Walter Benjamin había ya identificado hace setenta años o hay algo más?

WM. No creemos que una actitud digital hoy sea "menos visible" en un escritor. El paso de la Olivetti al procesador de textos, que podría considerarse que acabó al inicio de los años noventa, ya había revolucionado el modo de componer un texto. El crecimiento de la red ha hecho el resto. La"recursividad" de la escritura (esto es, la posibilidad de modificarla infinitas veces sin destruir el soporte provisional, "poner en blanco", tirar a a papelera, etc.), el final del "bloqueo del folio blanco", la función recorta-y-pega, la rapidez con la que se puede mandar el texto a otras personas para tener una opinión, la facilidad con la que se pasa del archivo al libro (¡antaño el dactiloescrito era recompuesto en una plancha en caracteres de plomo!), la mayor interacción entre escritores y lectores a través del e-mail, blog, sitios dedicados ... Todo esto cambia radicalmente la psicología del escribir, el acercamiento a la palabra. Restituye al escribir su dimensión social.

MC. ¿Cuales son los artistas que están interpretando mejor esta estética tecnológica, orientada a compartir?

WM. Más que de artistas, es interesante hablar de "operaciones". La operación "cd brulé" hecha por Einsturzende Neubauten y Elio e le storie tese, y las acciones desplegadas (al final del concierto se puede comprar inmediatamente la grabación, a un precio ajustado); la operación Grey Album de DJ Dangermouse (y en general toda la estética del "Bootleg Remix" que estaba de moda hace algunos años y que ahora se ha transformado en algo indefinible); la operación Beatallica (una parodia creativa que se afirma y se desarrolla gracias a los recursos de la red); y luego todos los artistas que no tienen miedo de poner su música descargable on line porque saben que, si se es inteligente, se tiene todo que ganar. Por lo que respecta a la escritura, no hablamos de nosotros mismos, y nos "limitamos" a señalar el vertiginoso crecimiento de los blogs literarios.

MC. Bill Gates ha afirmado recientemente que "la economía mundial está hoy más que nunca fundada en la fe en la propiedad intelectual. Existe sólo un puñado de comunistas de nuevo género que quisieran barrer con todos los incentivos para músicos, videomakers y productores de software". ¿Vosotros os sentís comunistas?

WM. Dejamos hablar a los hechos, más allá de las etiquetas ideológicas.

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